En el vibrante cruce de culturas y sabores que caracteriza a Dubái, un chef peruano, egresado de la carrera de Arte Culinario de la USIL, ha logrado destacar, llevando la riqueza de la gastronomía de su país a nuevos horizontes. 

 

Con una carrera que comenzó en las aulas de nuestra casa de estudios, y se ha expandido por diversos rincones del mundo, presentamos a Leonardo Román, talentoso usilino que nos comparte su viaje desde las bases de la cocina peruana hasta convertirse en un educador culinario en el prestigioso Hotel and Tourism Management Institute Switzerland en Dubái. A través de su historia, exploramos no solo el impacto de una sólida formación académica y la valentía de cruzar fronteras en busca de crecimiento profesional, sino también las lecciones aprendidas en el camino y cómo mantenerse a la vanguardia en una industria en constante evolución.

 

 

¿Cómo se presentó la oportunidad de trabajar en el Hotel and Tourism Management Institute Switzerland en Dubái y qué aprendizajes y emociones acompañaron tu decisión de laborar en el extranjero?

 

Después de trabajar en diversas empresas gastronómicas alrededor del mundo, decidí buscar nuevas oportunidades y empecé una maestría para entender la industria alimentaria desde una perspectiva diferente a la de los restaurantes, lo cual también me ayudó a crecer como educador. Mi búsqueda de empleo fuera del ámbito restaurantero a través de LinkedIn culminó exitosamente en el puesto actual. Mudarme al extranjero para trabajar marcó el inicio de una aventura llena de aprendizajes, donde gané independencia y persistencia. Profesionalmente, mi experiencia en Dubái fue reveladora, enriqueciéndome con el encuentro de diversas culturas y ampliando mi visión culinaria, en un lugar donde la diversidad de ingredientes disponibles es incomparable.

 

 

¿Cómo has afrontado las barreras idiomáticas y culturales al trabajar en un ambiente internacional, y qué recomendaciones ofrecerías a profesionales que piensan en hacer carrera en el extranjero?

 

Decidir trabajar en el extranjero es embarcarse en una jornada llena de aprendizaje, lejos de la zona de confort. Mi travesía de siete años en Medio Oriente, específicamente en los Emiratos Árabes Unidos, ha sido de crecimiento constante. Al principio, adaptarse fue un reto, pero con esfuerzo, el país ahora se revela como un espacio seguro y lleno de oportunidades. Mi consejo para los jóvenes aventureros es animarse a dar ese primer paso hacia lo desconocido, pero evaluando cuidadosamente las oportunidades, sopesando siempre los pros y los contras.

 

En tu papel como Program Manager, seguramente has tenido la oportunidad de interactuar con profesionales de diversas partes del mundo. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tu desarrollo profesional y personal?

 

Mi experiencia en Dubái se destaca por la rica interacción con personas de diversas culturas, lo cual ha enriquecido tanto mi vida personal como mi carrera profesional. Aprender cómo diferentes culturas reaccionan en diversas situaciones ha ampliado mi perspectiva como líder. Este entorno multicultural no solo ha sido una fuente de lecciones valiosas en tiempos buenos y malos, sino que también me ha inspirado a través del encuentro con estudiantes apasionados por la cocina, a quienes guío en su trayectoria culinaria con gran entusiasmo y dedicación.

 

 

Como egresado de Arte Culinario en la USIL, ¿cómo consideras que tu formación académica ha contribuido a tu éxito y desarrollo internacional en el sector de la hospitalidad y gastronomía?

 

Estoy muy agradecido por mi formación en Arte Culinario en la USIL, que me brindó una base sólida para mi carrera. Aprendí técnicas culinarias esenciales de chefs distinguidos, y la excelente infraestructura de la universidad me permitió estar al día con las últimas tendencias. El programa no solo cubrió la gestión de restaurantes, sino que también me equipó con habilidades administrativas y una mentalidad emprendedora. Los convenios internacionales de la universidad también me abrieron las puertas para ganar experiencia en el extranjero, enriqueciendo mi formación educativa.

 

 

Dado que la gastronomía es una industria siempre en evolución, ¿cómo logras mantenerte al tanto de las últimas tendencias y de qué manera incorporas la innovación en tu labor cotidiana en el Hotel and Tourism Management Institute Switzerland-Dubai?

 

Vivir y trabajar en Dubái me ha permitido explorar la constante evolución del mundo de la restauración, destacando la diversidad y la amplia gama de servicios. La ciudad, con su dinámica apertura de nuevos establecimientos, demanda estar siempre actualizado. Como educador, me nutro de visitar diferentes restaurantes, interactuar con chefs talentosos y organizar masterclasses. Además, continuamente busco enriquecer mi formación con cursos especializados y pasantías en prestigiosos lugares, manteniendo así mi enseñanza y práctica a la vanguardia de las tendencias gastronómicas.

 

 

Dentro del mundo culinario, ¿hay algún proyecto o logro del cual te sientas especialmente orgulloso y que hayas alcanzado gracias a tu formación en la USIL?

 

Estoy muy agradecido con la USIL por la beca del gobierno canadiense que me permitió un intercambio en Canadá y por la oportunidad de hacer prácticas en el JW Marriott en Cusco, experiencias que me impulsaron a explorar nuevos horizontes. Además, las clases de cocina peruana en la USIL fueron fundamentales, no solo para valorar la gastronomía peruana sino también para compartir esta riqueza culinaria con estudiantes y colegas interesados en nuestra comida.

 

 

¿Cómo USIL ayudó en tu desempeño y adaptación fuera de nuestras fronteras?

 

Definitivamente, al entrar a la USIL, te envuelve la mentalidad de buscar oportunidades internacionales. Compartir clases con estudiantes de intercambio me abrió los ojos a la diversidad y riqueza cultural fuera de nuestras fronteras. La USIL no solo brinda acceso a un mundo de oportunidades, sino que también fomenta la iniciativa de explotarlas al máximo. Todo depende de la proactividad del estudiante para aprovechar estas oportunidades al máximo.

 

 

¿Qué consejo le darías a los actuales estudiantes de la USIL que aspiran a seguir tu camino y trabajar en el extranjero en el campo de Arte Culinario o disciplinas afines?

 

Ser chef es desafiante, tanto física como mentalmente, y va más allá de simplemente mezclar sabores o presentar platos atractivos. Implica creatividad, resistencia emocional, liderazgo y eficiencia. Para quienes comienzan en la restauración y hotelería, es vital manejar expectativas y prepararse para la realidad del sector. A pesar de los retos, esta carrera ofrece la chance de aprender y experimentar cosas únicas. Recomiendo vivamente ganar experiencia internacional para enriquecer la perspectiva y ampliar horizontes, sea cual sea el plan a futuro.